Paz a la Palabra: nuevos caminos abiertos por la escritura en el Medio Atrato

El pasado 24 de abril, en una emotiva jornada comunitaria, hombres y mujeres del Medio Atrato recibieron su certificación como personas alfabetizadas, culminando una etapa fundamental en su proceso de formación con el programa Paz a la Palabra, una apuesta pedagógica que siembra justicia y dignidad letra por letra, desde los territorios más afectados por la exclusión histórica.

En este proceso se certificaron 78 Alfabetizandos y 34 Alfabetizadores, en un rango de edad amplio que fue desde desde los 23 años hasta los 86 años. Este logro, que se vivió con alegría y orgullo colectivo, no es solo una meta cumplida. Es la afirmación de que aprender a leer y escribir transforma no solo trayectorias individuales, sino también el tejido social, la participación y el ejercicio pleno de la ciudadanía. Cada firma, cada palabra escrita, cada lectura compartida, es un acto de paz.

Paz a la Palabra es un programa de alfabetización territorial que surge de la convicción profunda de que el derecho a la educación no puede depender del lugar de nacimiento, el conflicto vivido o la edad. En regiones como el Chocó, donde los efectos del abandono estatal y la violencia persisten, esta iniciativa busca reparar, empoderar y dignificar a través de la palabra.

La propuesta pedagógica articula metodologías propias de la educación popular, el enfoque de derechos, la memoria del territorio y los saberes comunitarios. No se trata solo de enseñar a leer y escribir, sino de activar la voz de quienes han sido históricamente silenciados. “En cada clase no solo aprendí a escribir mi nombre; aprendí que mi palabra vale”, dijo una de las mujeres certificadas, habitante de una comunidad ribereña del río Atrato.

El programa se construye en alianza con organizaciones comunitarias, autoridades étnico-territoriales, docentes populares y entidades públicas. Cada proceso parte de la realidad cotidiana de los participantes, incorporando temas como el cuidado del territorio, la memoria de la violencia, los derechos colectivos, la participación política y la cultura local.

La alfabetización se convierte así en una herramienta política, cultural y afectiva para la reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento de las comunidades en escenarios de pos acuerdo. Escribir es también una forma de sanar, de recordar, de organizar el pensamiento y de construir futuro. Las historias que emergen en los talleres de Paz a la Palabra hablan de mujeres mayores que nunca antes habían sostenido un lápiz, de líderes comunitarios que hoy pueden leer una ley o una resolución, de jóvenes que acompañan a sus abuelos a aprender, revirtiendo generaciones de silencio.

Además de la alfabetización funcional, el programa impulsa espacios de escritura colectiva, publicaciones comunitarias y escenarios de diálogo intergeneracional, posicionando la palabra como herramienta de memoria, resistencia y transformación.

El camino de Paz a la Palabra continúa en otros municipios del Chocó y de distintas regiones priorizadas por su condición de vulnerabilidad y resistencia. La meta no es solo que más personas aprendan a leer y escribir, sino que más comunidades puedan decir su palabra en voz alta, con seguridad, sentido y libertad.

Porque cuando la palabra se recupera, también se recupera el lugar en la historia, en la política, en la vida.
Porque sin alfabetización, no hay paz posible.
Paz a la Palabra: escribir para resistir, leer para liberarse, hablar para transformar.

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