Cumbres Territoriales de Paz con la Naturaleza: la Declaración de quienes asegurarán la biodiversidad

El cumplimiento de las metas y los acuerdos de la Conferencia de Partes, COP 16, están en las manos de la niñez y la juventud. “El asunto de la biodiversidad y el cambio climático es algo que van a tener que enfrentar con mucha más fuerza los que hoy son niños. Pero además de eso son quienes tienen la respuesta a muchas cosas que nosotros (los adultos) ni siquiera hemos podido pensar”. Asegura Claudia Toro, directora ejecutiva de Educapaz.

Conscientes de la importancia de la participación de niños, niñas, jóvenes y adolescentes en el encuentro más relevante frente a la biodiversidad en el mundo, este año realizamos, junto con el Instituto Colombo Alemán para la Paz – CAPAZ, cinco (5) cumbres territoriales de paz con la naturaleza. Allí se escucharon las voces y saberes de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, acompañados por adultos sabedores, indígenas, afrodescendientes, maestros, firmantes de paz y funcionarios públicos, que creen que estas nuevas generaciones son la mejor y única apuesta para el planeta.

Así, nace la Declaración que se trae a la COP16 y que demanda ampliar la participación y democracia ambiental para lograr una inclusión real y significativa de la niñez, la adolescencia y la juventud en el cuidado del planeta y la toma de decisiones ambientales.

Ver declaración 

Las Cumbres Territoriales de Paz con la Naturaleza recogen las voces de más de 235 niñas, niños,adolescentes y jóvenes de los territorios de Guapi (Cauca), Santa Marta (Atlántico), San José del Guaviare (Guaviare), Mocoa (Putumayo) y La Julia (Meta). En total, más de 800 personas hicieron parte de la Declaración que entregamos. “Desde ya, necesitamos la participación y la movilización de la niñez y la juventud para proteger la vida y la paz”, asegura Claudia Toro.

El lema de la COP16 “Paz con la Naturaleza” es un llamado a la reflexión para mejorar la relación que se tiene con el ambiente, repensar un modelo económico que no priorice la extracción,sobreexplotación y contaminación de la naturaleza.

Para Educapaz, detener y revertir la pérdida de diversidad biológica y poder construir nuevas formas de relacionarse y entender la naturaleza se debe realizar a través de la apropiación socioemocional de la biodiversidad, los diálogos interculturales eintergeneracionales y la movilización de las ciudadanías ambientales. “Los currículos deben estar pensados en esta perspectiva”, asegura Toro.

Para explorar esa relación entre educación, infancias y juventudes y el cuidado de la naturaleza, y abordar las maneras como las nuevas generaciones pueden ser agentes de cambio en la construcción de un mundo más sostenible y pacífico, Educapaz y el Instituto Capaz llevan a cabo el encuentro ‘Escuelas, niñeces y juventudes en paz con la naturaleza’, como una de las actividades de la Zona Verde de la COP16.

Ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=oXFb3MLKPt8

No es posible conservar la biodiversidad biológica si las nuevas generaciones no ven la naturaleza como un ser sentipensante. Por eso, la escuela debe trasegar hacia convertirse en un entorno protector de las vidas. Educar para la paz entonces implica acompañar a la escuela y a la comunidad educativa a reparar esta relación a través de acciones restaurativas basadas en el diálogo intercultural, el diálogo entre los sistemas de conocimiento tradicional, los saberes populares y los conocimientos científicos.

Las Cumbres Territoriales de Paz con la Naturaleza fueron el espacio de resonancia de estas voces en los territorios. Allí se llevaron a cabo diálogos simultáneos que permitieron amplias convergencias. Diálogos interculturales entre los diferentes  sistemas de pensamiento  que habitan los territorios y han cuidado la trama de la vida integrada por las culturas, los bosques, el agua, las plantas, animales, microorganismos, entre otros.

Diálogos intergeneracionales de los que hicieron parte las comunidades educativas, organizaciones sociales, comunidades y las instituciones en un ejercicio de articulación, participación y responsabilidad de proponer y concretar alternativas al mundo​​.

Diálogos para conectarnos con ecosistemas megadiversos y que está​ interconectados con nuestras vidas. ​En últimas, diálogos para movilizar ciudadanías ambientales que parten del reconocimiento de redes e iniciativas que contribuyen a detener y a revertir la pérdida de​  biodiversidad, la valoración de las procesos locales y el intercambio de prácticas, narrativas y experiencias.

La perspectiva biocultural del territorio hizo parte de las conexiones con la biodiversidad y los ecosistemas, en la voz de las autoridades de trece pueblos originarios provenientes de catorce resguardos. Gobernadores indígenas y líderes espirituales, mamos, sagas, abuelas sabedoras de las comunidades Wayuu, Kogui, Arhuaca, Kankuama en la cumbre de Santa Marta. En Guaviare

estuvieron presentes los pueblos Tatuyo, Tucano, Nukak y Jiw. En el piedemonte andinoamazónico dialogaron los sistemas de pensamiento Kamentza, Inga, Siona y Cofán. En la Julia (Meta) el espacio fue armonizado por el pueblo Embera Chamí, y la presencia de mayores Nasa. En este diálogo intercultural participaron cinco Consejos Comunitarios de Territorios Colectivos de
comunidades negras y afrocolombianas del litoral del Cauca en un ejercicio de reafirmación de la identidad cultural como una estrategia para el cuidado de la biodiversidad.

Los procesos sociales de defensa ambiental en los territorios hicieron parte de este diálogo con la participación de 92 organizaciones sociales y las experiencias de comunidades campesinas en torno a la conservación y restauración ecológica. Destacamos como logro en la construcción de paz territorial la participación de los firmantes de paz en las cumbres del Guaviare y la Julia. A través del diálogo intercambiaron sus experiencias de reconciliación y restauración de bosques nativos.

Varias entidades del Sistema Nacional Ambiental, Gobernaciones, Alcaldías y Secretarías de Educación participaron en las cumbres. Los tomadores de decisión tuvieron la oportunidad de escuchar los desafíos para el ejercicio de la ciudadanía ambiental por parte de niñas, niños y jóvenes, junto a las visiones innovadoras y propuestas. Las entidades del Estado lograron reconocer el poder transformador de la escuela, como un lugar para la construcción de acuerdos comunitarios en torno al cuidado de la biodiversidad. Entre los participantes, resaltamos el interés del Ministerio de Educación Nacional para que los insumos de estas cumbres sean un aporte para la actualización de la Política Nacional de Educación Ambiental.

Finalmente, el reconocimiento de las apuestas locales y redes de cuidado de la naturaleza tuvieron lugar desde el intercambio de 67 experiencias, relacionadas con el cuidado de la fauna silvestre, senderos ecológicos, avistamiento de aves, grupos de investigación de insectos y guardianes del agua, arte para la defensa del territorio, propuestas de restauración ecológica a partir de especies nativas forestales, elaboración de productos naturales, huertas escolares para la soberanía alimentaria, transformación de residuos plásticos, entre otras.

Ver aquí: Policy Brief: Declaratorias de las ciudadanías ambientales desde las escuelas

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