“¿Cómo nos damos nosotros cuenta que el conflicto tocó la escuela? Por las mismas reacciones, o por las mismas afectaciones que están viviendo los estudiantes. Estudiantes que llegan llorando porque les tocó ver unas muertes en Gambote, los galleteros, los vendedores, estudiantes que vienen al aula de clase y comienzan a contar lo que se vivió en la noche en la casa, en el barrio.  Estudiantes que hablan de los secuestros, de las extorsiones que se están viviendo, estudiantes que manifiestan sentir mucho temor frente a todo lo que se está dando aquí en el municipio, y en la región de Montes de María” *

Carmen Cárdenas, docente de la Institución Educativa Técnica de Promoción Social, El Carmen de Bolívar. 

*Testimonio sobre lo sucedido a finales de los 90 y durante la primera década del 2000 en los Montes de María.

No solo en El Carmen de Bolívar, sino en todo el Caribe Colombiano, las escuelas han sido víctimas directas del conflicto armado interno. Desde hace más de cuatro décadas, estudiantes, docentes y directivos han sido testigos de cómo la violencia ha permeado sus proyectos de vida y la dinámica propia de sus escuelas. Ante esto, han construido historias de resiliencia a partir de diversas propuestas de paz y reconciliación en sus territorios. Este es un viaje a través de sus historias.

“¿Cómo nos damos nosotros cuenta que el conflicto tocó la escuela? Por las mismas reacciones, o por las mismas afectaciones que están viviendo los estudiantes. Estudiantes que llegan llorando porque les tocó ver unas muertes en Gambote, los galleteros, los vendedores, estudiantes que vienen al aula de clase y comienzan a contar lo que se vivió en la noche en la casa, en el barrio.  Estudiantes que hablan de los secuestros, de las extorsiones que se están viviendo, estudiantes que manifiestan sentir mucho temor frente a todo lo que se está dando aquí en el municipio, y en la región de Montes de María” *

Carmen Cárdenas, docente de la Institución Educativa Técnica de Promoción Social, El Carmen de Bolívar. 

*Testimonio sobre lo sucedido a finales de los 90 y durante la primera década del 2000 en los Montes de María.

No solo en El Carmen de Bolívar, sino en todo el Caribe Colombiano, las escuelas han sido víctimas directas del conflicto armado interno. Desde hace más de cuatro décadas, estudiantes, docentes y directivos han sido testigos de cómo la violencia ha permeado sus proyectos de vida y la dinámica propia de sus escuelas. Ante esto, han construido historias de resiliencia a partir de diversas propuestas de paz y reconciliación en sus territorios. Este es un viaje a través de sus historias.

La escuela merece ser escuchada

La escuela no es solo un espacio físico ni una entidad administrativa. Invitamos a entender a la escuela como un sujeto colectivo, conformado por todos los actores de la comunidad educativa:  estudiantes, docentes , directivos, acudientes, líderes. Entender la escuela como sujeto es asumirla como un tejido de relaciones y procesos que, al ser afectados por el conflicto armado, sufren impactos colectivos. En otras palabras, el conflicto armado no solo ha afectado a los individuos que hacen parte de una escuela, sino a la comunidad educativa en su conjunto. 

En el texto La escuela en escenarios de conflicto: daños y desafíos, de  Jhon Jairo Osorio González, se explican de manera clara las razones por las que las escuelas deben ser vistas como sujetos colectivos, de manera que, así como pueden ser víctimas del conflicto, también pueden transformar su entorno con iniciativas de paz.

Osorio señala en su artículo que las escuelas quedan en medio de la violencia en sus territorios, lo que influye en su funcionamiento, en la asistencia escolar, el bienestar de los docentes y la tranquilidad de los padres de familia. Por eso, es urgente reconocer a las escuelas como sujetos plenos y no como actores pasivos ante el conflicto. La escuela debe visibilizarse como sujeto de derechos, con una voz que tiene mucho por contar.

“El papel de la escuela en escenarios de conflicto y posconflicto no es el de reivindicar odios, ni siquiera el de reclamar venganzas. Su tarea fundamental es la exigencia imperiosa de trabajar porque se sensibilice a una sociedad para que no olvide y para que, solidaria y fraternalmente, impida que las atrocidades se repitan”.

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En este especial podrás encontrar relatos que narran cómo el conflicto armado afectó significativamente al Caribe Colombiano, y con ello, se vieron afectadas las escuelas, que han enfrentado el reto de construir proyectos de vida y de comunidad en medio de la violencia.

Realizado en conjunto con
Investigación: Diana Velasco, Inty Buelvas, José Márquez
Redacción y producción sonora: Diana Velasco.
Visualizaciones e infografías: Santiago Luque Pérez.
Edición material audiovisual: Farouk Naar
Fotografía: Miguel Martín, Rosángela Roncallo